A diferencia de la generalidad de los proyectos gastronómicos, en los que a priori se tiene bien definido el tipo de usuario…el target, ya sea por rango etario, por tipo de propuesta gastronómica, por ubicación y horario de apertura, o incluso por el valor del cubierto, en este proyecto ninguna de esas variables era fija. Este es un espacio al que se le da uso antes del comienzo de los shows del Arena, y va a ser usado cada noche por un grupo de personas muy diversa (según el show de turno y la propuesta musical) con el fin vivir una experiencia gastronómica premium en la previa al espectáculo.
Hay una única variable en común a cada uno de estos usuarios: la pasión por la música. De ahí surge la premisa más importante del proyecto: el intento de “congelar música”, de convertir esa emoción abstracta, etérea y efímera, en una envolvente geometrizable y construible.