El edificio del “Paseo de la plaza” es muraría y densa, y el nuevo edificio que denominamos “cinta” es ligero y de chapa. Esta pieza se eleva del nivel del suelo, entre canteros vegetados, conteniendo 10 fachadas de locales comerciales diseñados como ventanas de los antiguos bares de la acera. Su mobiliario frente a las ventanas está resuelto a través del mismo lenguaje.
Con el mismo lenguaje de los porches, hemos definido zonas de uso común para los comensales del complejo, como si fuera una continuación natural del sistema constructivo.
Propusimos un pavimento blanco en las fachadas de los locales como si fueran sus propias aceras. A continuación, el color gris y después el negro, generan un degrade hacia una figura orgánica central que emula un arroyo y unifica las zonas verdes ajardinadas a lo largo del paseo. Su disposición diagonal une las zonas de uso común a ambos lados del mercado.
Las grandes zonas ajardinadas situadas en el perímetro de la torre han sido intervenidas permitiendo el uso dentro de ellas, mediante un pavimento transitable y absorbente. Allí se propuso un mobiliario urbano de cemento de figuras orgánicas que, a partir de su morfología, acompañan las áreas verdes llenas de nuevas especies autóctonas.
En el primer nivel, frente a la sala de teatro principal, se establecieron las áreas comunes a través de mesas comunales del tipo picnic. Esta área se encuentra cubierta por dos grandes telas tensadas y debajo de ellas una suerte de guirnaldas que iluminan bajo un código tipo kermes.
Se adapto el paseo Manduca de planta baja con un baño de discapacitados y además un montacargas que conecta los sótanos y planta baja de la mitad de los locales comerciales.