El proyecto está inspirado en el universo onírico, de texturas y materiales provenientes del mundo mediterráneo. El elemento más característico son las ondas y olas del mar que implementamos a través dos elementos constructivos en planta baja y alta. Ambos dan una función específica, uno de ellos como back de barra en planta baja, y el otro como una larga bancada zigzagueante que organiza el área central de la planta alta.

Los tonos blancos son los más predominantes en todo el espacio, sugerido por las construcciones tan características de aquellas latitudes.  La utilización del mosaiquismo en tonos azules y turquesas es claramente un recurso constructivo que representa una época y un arte propio del mediterráneo.

La utilización de listones de madera pintados de blanco como revestimiento en la gran mayoría del local, genera una textura rítmica la cual sugiere una relación con la estrategia utilizada en las áreas desarrolladas con las ondas.

El suelo de terrazo en tonos naturales y ocres en todo el local le otorga al espacio una sensibilidad de sutiles y minúsculas piedras que se integran al “mood mediterráneo”.

Por último, la vegetación que surge de la larga bancada predomina en sus tonos como si se tratara de la integración de la naturaleza real fusionada con la metáfora alegórica del mar.

Desde el organizativo, tanto planta baja como la alta esta divido en dos áreas, la de producción y la del servicio. Ambas divididas por mamparas de vidrio repartido como típica alegoría a las antiguas vidrieras fabriles. El restaurante cuentas con grandes áreas de uso privado, como las cocinas, sala de producción, sala de cámaras y oficinas, lo que representa un 40% del área total de ambos niveles, lo cual garantiza una funcional producción para las necesidades del restaurante.