Se crearon criaturas acuáticas, algas, escafandras y lo fusionamos con elementos portuarios como brújulas, ojos de buey, a través cañerías, donde tanto la gráfica como estos elementos conforman el imaginario del espacio.
Construimos la iluminación a través de pastecas antiguas con cuerdas náuticas, y utilizamos imágenes cartográficas antiguas adaptadas para en diferentes espacios, pintadas en un mural y empapelados en los baños. La intervención en la barra la realizamos con antiguos barriles de, inspirados nuevamente en la marca de la cerveza que auspicia el bar, Cape Horn, fabricada en estas latitudes. El equipamiento mobiliario con estética industrial acompaña la idea de bar, cuyo lenguaje fusiona un universo muy emparentado con su locación bien austral, salvaje y mágica.