El sistema constructivo escogido para la pieza protagonista es el ladrillo refractario aislante gris, a través del cual hemos buscado una lectura de diversas densidades a partir de la elección de las trabas y las juntas, enmarcando cada uno de los vacíos (sustracciones) por losas de hormigón: losa/mesada , losa/dintel, losa estante.
Como contraposición, la solución tecnológica de la cáscara envolvente (medianeras + cubierta) se resolvió buscando texturas variables del blanco, mediante una cubierta y fachada de chapa sinusoidal blanca. Revoque y placas OSB pintadas en blanco resuelven el resto.
La fachada fue operada mediante de aberturas que resuelvan la iluminación interior, y la relación de la obra con el parque exterior.
Es tal el protagonismo funcional la pieza central que no solo resuelve la totalidad de los servicios (cocina, parrilla, baño, lavadero, salamandra, minibar, baulera) sino que además conecta verticalmente el espacio, conteniendo en una de sus células la escalera que da acceso al entrepiso, soportado estructuralmente por dicha pieza.
La elección monocromática de la cascara, tanto en su cara interior como en la exterior, y la radicalización del uso de la chapa continua desde su cubierta hasta la totalidad de su fachada es una clara muestra de intención de protagonismo hacia la pieza central. Es tal la modestia y ausencia de la piel envolvente, que en planta el proyecto se reduce a esta virtuosa pieza, como si solo de esta dependiera el equilibrio del conjunto, que dicho sea de paso, es la lectura bien entendida del proyecto.